camaxtle
Paleografía:
CAMAXTLE*
Grafía normalizada:
camaxtle
Traducción uno:
Etimología no determinada
Traducción dos:
Diccionario:
Durán
Contexto:CAMAXTLE* : Etimología no determinada
(Camaxtli)
Habiendo pues, tratado de Quetzalcóatl, dios de los cholultecas, vengamos a tratar del de Huexotzinco, donde le tenían en tanta reverencia y veneración como a Huitzilopochtli en México los mexicanos. A este ídolo tenían por dios de la caza; llamábanle § Camaxtli § , y por otro nombre, Yemaxtli. Celebraban la solemnidad suya los cazadores y allí con más aplauso y aparato donde había montes y caza. Y así los de Huexotzinco, como gente que se precia de que goza de montes y de caza, tomaron a este dios por su abogado, teniéndole tan honrado y reverenciado y tan servido cuanto en el mundo se pueden imaginar. (T. I, p. 71)
Todo se hacía a causa de que no asombrasen la caza y la ahuyentasen, porque, demás de ser esta fiesta del dios § Camaxtli § , era día solemne de las fiestas de su calendario, que se decía quecholli, que le podemos interpretar "fiesta de caza". La cual fiesta celebraban en toda la tierra, y así en Huexotzinco celebraban dos fiestas: la una era de su ídolo § Camaxtli § , y la otra, del solemne día de quecholli. (T. I. pp. 74-75) El mes catorceno de este año veinte días, y celebraban en su primero día la solemnidad del dios de la caza, que se llamaba § Camaxtle § , por otro nombre, Ixmaztle, que quiere decir "el de los tres bragueros". Nombre propio del día era Quecholli, que quiere decir varas o fisgas arrojadizas... Demás de ser el día de Quecholli, era también la fiesta y solemnidad de § Camaxtle § , al cual festejaban y regocijaban con toda la excelencia posible y majestad, no sacrificando en este día hombres, sino caza, y así la caza, servía de víctima a los dioses, así a los que habían en aquel día cazado algo, poco o mucho, los honraban y vestían de nuevas ropas y aderezos, y les hacían un camino, desde el monte hasta la ciudad, por el cual no había de pasar otro, sino sólo los que habían prendido alguna caza. Este camino estaba lleno de paja del monte, en lugar de juncia, sobre la cual iban aquellos cazadores venturosos en procesión, todos unos tras otros, muy puestos en orden y concierto, muy contentos y alegres. (T. I, p. 281)
El mes diez y siete tenía veinte días. Celebrábase en él la fiesta que llamaban Tititl. Juntamente celebraban a la conmemoración del dios de la caza, llamado § Camaxtle § . Otra conmemoración había en este principio de mes, que era la conmemoración del dios de la caza, que llamaban § Camaxtle § . Ochenta días antes de este día, hacíase una solemne fiesta, así al dios § Camaxtle § , como a la fiesta del mes, que tenía por nombre Tititl que quiere decir "estirar". La solemnidad que al dios § Camaxtle § se hacía era que, como en la relación del mes catorceno dijimos, no sacrificaban hombres, sino caza y aquello servía de víctimas. En este mes empero, vestían un esclavo comprado para el efecto y vestido con las ropas del dios que solemnizaban de la caza. Le hacían que este día le representasen vivo, donde, después de haberle representado, le sacrificaban abriéndole por el medio y ofreciendo el corazón al demonio, arrojándole delante del ídolo llamado Yemaxtle, que quiere decir "el de los tres bragueros". (T.1, pp. 289-290)
El templo en que estaba este ídolo [Camaxtli] era hermosísimo, de cien gradas en alto, tan populoso y labrado que en todo excedía al de la ciudad de México [pues éste era de Huexotzinco] así en hermosura y galanía, como en riqueza. Tenía al cabo de las gradas una hermosa pieza, toda redonda con una cobertura de paja, tan bien y pulídamente labrada, que no se podía parecer obra de paja mejorar. Esta cobertura se remataba con una larga punta, al cabo de la cual estaba, por remate, un mono de barro, muy al natural. De dentro estaba muy entapizada de ricas mantas, plumas y joyas y otros aderezos, lo mejor que a su rústico modo podían. A los pies de este ídolo -el cual estaba puesto en un altar- tenían una arquilla alta, redonda, como vasera; el altor que tenía era como de una vara, poco menos; cubierta con un tapador. Dentro de ella tenían un género de sacar lumbre, que este ídolo en su tiempo usó con un tizoncillo pequeño, en el cual se encendía la lumbre. Tenían también en aquella vasera plumas de diversas aves, conviene a saber: azules, verdes, coloradas, amarillas: todas de pájaros preciados. A la cual petaca o vasera hacían tanta reverencia y humillación que al mesmo ídolo, teniéndola muy tapada, con sus cortinas encima, casi con el mismo aparato y manera que los judíos tenían el arca del testamento, donde estaban las tablas de la ley y la vara de Aarón, con el vaso de maná. Así, a la mesma arte, tenían en este templo guardada esta arquilla, con aquellas plumas y con aquel género de encender lumbre, que bien le podemos dar el nombre de yesca y pedernal. Y entre ellos, unas flechas quebradas, viejas, que debían de haber sido de aquel dios, con un arco pequeño. (T.I, p. 73)
Fuente:
1579 Durán