ayac
Paleografía:
ayac
Grafía normalizada:
ayac
Traducción uno:
ninguno / nadie
Traducción dos:
ninguno / nadie
Diccionario:
Alarcón
Contexto:NINGUNO
§ Tlacuele, tla xihualhuia, tlamacazqui chiucnauhtlatecapanilli, chiucnauhtlatlaniatellolli (otros dicen chiucnauhtla tlatetzotzontli), xoxouhqui tlamacazqui, nonan, nota, citlalcueye ipiltzin, nonan cetochtli àquetztimani, titzotzotlacatca, tezcatl in çan hualpopocatimani: ayac tlàtlacoz, ayac tlahuexcapehuaz. Ca nictenamiqui macuiltonale, ca oniquinhualhuicac §
Proponen al tal su duda y la causa que ellos conoçen o circunstancias della, y el resabido y astuto pregunta todo quanto le puede aprouechar para una acertada coniectura; despues de bien enterado en el caso y circunstançias del hace su sortilegio, para el qual se previene del piçiete o tenexiete que es lo mismo, con añadidura de cal; cogiendolo con la mano derecha lo pone en la palma izquierda, y alli lo deshaçe con el pulgar, y luego compone el vestido, como quien se prepara para algun negocio de importancia; luego, recogiendo el hato se sienta en limpio, y luego refregando entre las dos palmas el piçiete o tenexiete que antes puso en la una dellas, empieça su inuocaçion y conjuro para echar la suerte diçiendo: Socorre que ya es tiempo, tu el espiritado, nueve veçes golpeado y nueve veçes estregado entre las manos (o nueve veçes aporreado). verde espiritado, madre y padre mio, hijo de la uia lactea, mi madre conejo boca arriba, que eres resplandeçiente, espejo que está humeando: aduiertoos que ninguno falte a su obligaçion, ninguno reçongando resista, que ya beso los çinco solares que truxe, para este efecto.
(V, 1 Del sortilegio de las manos, (321-1))
§ Tlacuele, nohueltiuh, tepetlauhca cihuatl, tlenca itia tlamacazque tlallocateuctli itzicamil; ye contlamilia; tla nechca huicoa teoixtlahuacan nepantla: oncan catqui yn tlacimatl in tlanelhuatl, in ihualoni: quincencahuaz in illamatzin, in huehuentzin. Ayac nican neciz, ayac nican mocahuaz; quipiazque in tlamacazque xoxohuie-tlallocan, iztac-tlallocan, coçahuic-tlallocan quipiezque, aquic nican temac huetziz çan teyollo tlama yehuan quimati. §
Auiendo lleuado consigo inçienso y piçiete, en llegando a la sementera la rodean toda, que es como si le echasen una çerca o barbacana, luego recogen y quitan de ella todo lo que los tejones han destrozado, porque dicen esto los volbera a atraer y les tendra puerta abierta para que bueluan a entrar en la sementera; quitado lo destroçado, entra el conjuro: Ea tu mi hermana, la muger montesina, que haçen, o por que dañan los espiritados dueños de las cuebas a esta desuenturada sementera, que ya la acaban; arredro, vayan por esos anchos valles, ay hallarán la xicamilla y el camotillo, la comida y bebida de que se sustentarán viejos y mozos, con esto no parezca aqui ninguno, ninguno quede aqui, porque estaran guardando los dioses de la tierra; la deidad verde, la blanca y la amarilla han de ser guardas; por esso miren por si, porque el que cayere no tendra de quien quexarse.
(II, 12 Conjuro de que vsan contra los tejones para que no lleguen ni coman las sementeras, (228))
NADIE
§ Tla xihuiqui, nonan tlaltecuintli [¿tlaltecuhtli?] notâ cetochtli tezcatl, ca hualpopocatimani, nonan citlalcueye, notâ totonametl{i}, tlamacazqui nanahuatzin, xiuhpiltzintli. Nohueltiuh cenmalinalli; tlamacazqui ceatl ytonal, ayac quilhuiz, ayac quinonotzaz yn tlamacazqui chicomexochitl, yn teotlalhua: ye huitz, ye huallaz nican; yn câ anpaquizque, ammàhahuiazque, nican anquitzitzquizque, ancanazque. §
Ea, venid en mi ayuda, mi madre y mi padre, la tierra y el agua y el cielo estrellado, y mi padre el de los rayos (al Sol), Dios que eras antes asqueroso y pareces producido de esmeraldas. / Mi hermana la torcida a vn lado (por el herbaçal), y los arboles, guardadme todos el secreto; nadie lo haga saber ni se lo diga al espiritado de las siete rosas (al venado), que viue en los montes; ya viene, ya llegarà aqui; con eso os holgareis y tendreys contento. Aqui es donde lo haveys de tener y cogerlo.
(II, 8 Del encanto y conjuro que se vsan para caçar venados con lazos y las grandes supersticiones que en esto enbueluen, (216-5))
Fuente:
1629 Alarcón