copalli
Paleografía:
COPALLI
Grafía normalizada:
copalli
Tipo:
r.n.
Traducción uno:
Incienso
Traducción dos:
Diccionario:
Durán
Contexto:COPALLI : Incienso
(Copal)
[Al referirse a las ceremonias de la fiesta Toxcatl, dice] Salían a ofrecer todos de lo que era uso y costumbre ofrecer en semejantes solemnidades, conviene a saber: mantas, joyas, piedras, § copal § . De esto se ofrecía grandísima cantidad. (T.1, p. 42)
[Los sacerdotes indígenas] traían engañados y envanecidos a los ignorantes, persuadiéndoles de cuanto querían, de agüeros y supersticiones ...Y luego, sin más dilación a trueque de que no muera su hijo, o su marido, acudirán a los ritos antiguos y supersticiones. Como es a las ofrendas de § copal § y del olin; de los tzuales y tortillas; a la superstición de la tizne y de las plumas, y del trasquilar de las cabezas, de atarles papelillos, de ceniza a los pescuezos, el pasarles el incensario de los dioses por encima de la cabeza, lleno de brasa y § copal § , el atarles hilos de colores a la garganta y huesezuelos de culebras. (T.1, p. 53)
[De lo que hacían en honor a Cihuacóatl en su templo, los sacerdotes de los barrios] ...sentábanse junto a su ídolo cada uno y desnudábanse en cueros y tomaban en ambas manos dos hachas que de anime traían hechas, de vara cada una, y encendíanlas en aquella lumbre consagrada y, puestos en cuclillas, teniendo aquellas hachas de § copal § derretirlo por los brazos y cuerpos y piernas, abrasándose vivos y sacrificándose al fuego, su dios Xiuhtecutli. Lo cual servía aquel día de sacrificios. Acabadas las hachas, lo que les sobraba en las manos echábanlo en el fuego y todo lo que les había goteado por el cuerpo y por brazos y piernas, despegábanlo y echábanlo en el fuego, con otras muchas cargas de copal que ofrecían al fuego, que levantaba una humareda grandísima. (T.l, p. 128)
[De lo que hacían en la fiesta Tepeilhuitl] También sacrificaban algunos niños este día y algunos esclavos y ofrecían en los templos y en presencia de la masa en que fingían la imagen de este cerro y de los demás, muchas mazorcas de maíz fresco y comida y § copal § y hacer algunas ceremonias que ordinariamente hacían, de las que atrás quedan dichas. (T.I, p. 165)
Los cuales votos [que hacían a los montes como el de Coyohuacan] eran continuos y ordinarios, que no les dolía la cabeza, que no hacían un voto de ofrecer algo a los ídolos, a los que más devoción tenían, y las ofrendas que ofrecían, eran cual los dioses eran porque eran tan bajas que no subían de una jicarilla para que bebiesen los dioses, unas escudillejas y platillos y ollillas y contizuelas, § copal § , hule, plumas. (T.I, p. 167)
[Al referirse a Tlaltecuhtli] Del cual elemento dejo dicho en la fiesta de Toci, que era la madre de los dioses y corazón de la tierra; en la cual fiesta solemnizaban a la tierra con sus particulares ofrendas y sacrificios y derramamiento de sangre y grandes ceremonias de § copalli § , plumas y comidas y derramamiento de vino por el suelo y comidas humanas, que de los hombres sacrificados hacían. (T.I, p. 169)
[Al referirse al juego de pelota] Acabada la maldita e infiel oración tomaba [el jugador] un puño de incienso y echábalo en un braserito de incienso que para esto tenía y ofrecía sacrificio ante la pelota y cueros, y mientras el § copal § ardía, iba y traía alguna comida de pan y algún pobre guisado y vino y ofrecíaselo delante de aquellos instrumentos y dejábalo allí hasta la mañana. (T.I, p. 209)
[En la parte correspondiente a la fiesta de Tlacaxipehualiztli, dice] Las ofrendas de este día eran papel, hule, § copal § , lo cual alzaban los sacerdotes y derretían aquel hule y rayaban con él todos aquellos papeles y, así rayados, los llevaban a los montes, donde tenían sus cuevas y adoratorios y sacrificaderos y mezquitas llenas de ídolos pequeños, de piedra y de barro, a los cuales vestían con aquel papel rayado, poniéndoselos como sambenitos, ofreciéndoles delante todo el papel que sobraba y el § copal § y el hule... Todos los asentaderos con que este día se asentaban habían de ser hechos de hojas de zapotes blancos. El tzápotl es una fruta del tamaño de un membrillo, y son verdes de fuera y de dentro blancos, y de las hojas de éstos hacían asentaderos éstos aquel día para sentarse y no de otra cosa. Superstición diabólica. Duraba esta superstición hasta la fiesta venidera de esta a veinte días, juntamente con el ofrecer todos estos veinte días que no cesaba, y así se recogía grandísima copia de multitud de papel y de hule y de copal. (T.I, p. 244)
En este día bendecían las sementeras los labradores e iban a ellas con braseros en las manos y andaban por todas ellas echando incienso, e íbase al lugar donde tenían el ídolo y dios de su sementera y allá ofrecían § copal § y hule y comida y vino, y con esto concluía la fiesta chica de Tozoztontli. (T.I, p. 249)
[En la parte correspondiente a la fiesta Miccailhuitontli, dice] Cortaban este día un grande y grueso madero, de los mayores y más gruesos que en el monte había, y solamente le quitaban la corteza y lo alisaban. Alisado, le traían y ponían a la entrada de la ciudad o villa, y en llegando que llegaban con él, salíanlo a recibir los sacerdotes de templos con cantos y bailes y bocinas, la gente del pueblo con ofrendas y comidas y sahumerios de § copal § y otros inciensos. (T.I, p. 270)
[Al referirse a las ceremonias que hacían en la fiesta Pachtontli] Acabado el sacrificio de sangre y penitencia, donde el que más podía, más hacía, salían luego los incensadores con sus incensarios en las manos e incensaban la jícara de masa y juntamente los ídolos, echando en los incensarios grandes puños de § copal § , que henchían de aquel humo todos los templos. (T.I, p. 278)
Fuente:
1579 Durán